David Fincher se ha caracterizado por realizar películas con mensajes contundentes, de manipular percepciones y mostrar perspectivas interesantes de asuntos que para muchos puedieran ser temas difíciles de tratar, sin embargo este talentoso director logra otro gran filme que pudiera interpretarse como una denuncia al juego de máscaras que juegan muchas parejas, de los peligros que estos "juegos" pudieran implicar y nos vuelve a demostrar como se puede jugar con la opinión pública.
Lo Malo
El tercer acto (el final) puede que no sea del agrado de muchos, sin embargo presentaba un escenario creíble dentro del contexto de la historia. La labor histriónica de Neil Patrick Harris estuvo un poco por debajo de sus compañeros y cuesta un poco creerle este personaje.
Lo Bueno
Evidentemente el guión es muy bueno y la meticulosa dirección de Fincher deja un sello imborrable en la memoria audiovisual de cualquier espectador, pero la sorpresa más grande fue Rosamund Pike, quien antes de este proyecto fungía prácticamente como otra linda cara en muchas de sus cintas, pero aquí el director logra sacar mucho de su hasta ahora desconocido rango. El trabajo con los actores fue tan evidente que Fincher logró sacar una actuación buena de Ben Affleck, quien ha recibido más alabanzas por su labor como director que como actor, y con Tyler Perry, quien ahora busca ser un actor serio y dejar todo aquello de Madea (lo que hizo millonario) atrás. La fotografía estuvo muy acorde y la musicalización de Trent Reznor (quien ya lleva varios picoteos con Fincher) estuvo muy adecuada a pesar de que casi todos los momentos musicales fueron no diégeticos.
Recomendada para todos los amantes de los thrillers criminales, el cine de Fincher y todos los que quieran ver una actuación decente de Affleck.
Calificación: Muy Buena
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